El hormigón prefabricado se ha consolidado como una de las soluciones más fiables en construcción gracias a su resistencia, versatilidad y rapidez de montaje. Sin embargo, su durabilidad no depende únicamente del material en sí, sino también de los herrajes y sujeciones que lo acompañan. Aquí es donde entra en juego el galvanizado, un tratamiento clave para proteger los componentes metálicos frente a la corrosión y garantizar la seguridad de la estructura durante décadas.
¿Qué es el galvanizado y por qué es fundamental en prefabricados?
El galvanizado es un proceso de recubrimiento en el que se aplica una capa de zinc sobre el acero. Esta capa protege el metal de la oxidación y de los efectos del agua, la humedad y otros agentes ambientales.
Beneficios del galvanizado en herrajes y sujeciones:
- Protección contra la corrosión en ambientes exteriores o industriales.
- Mayor vida útil de los herrajes que soportan los paneles de hormigón.
- Reducción de costes de mantenimiento en estructuras a largo plazo.
- Resistencia mecánica sin comprometer la funcionalidad del acero.
Tipos de galvanizado aplicados en la construcción
1. Galvanizado en caliente
Consiste en sumergir la pieza en zinc fundido, logrando una cobertura uniforme y duradera, ideal para piezas expuestas directamente a la intemperie.
2. Galvanizado electrolítico
Se realiza mediante electrólisis, obteniendo una capa más fina y estética. Recomendado en piezas que requieren acabados precisos o montajes interiores.
Herrajes y sujeciones que requieren galvanizado
En el montaje de estructuras prefabricadas, los elementos más expuestos y críticos son:
- Escuadras de refuerzo.
- Anclajes ocultos y visibles.
- Arandelas dentadas y tornillería.
- Correas y vigas delta.
- Grapas y sujeciones para paneles de hormigón.
El uso de estos elementos con acabado galvanizado evita puntos débiles que podrían comprometer toda la estructura.
Galvanizado y durabilidad del hormigón prefabricado
Aunque el hormigón es resistente por sí mismo, sus uniones metálicas pueden ser el punto vulnerable. Un herraje sin protección puede deteriorarse en pocos años y poner en riesgo el conjunto.
Con el galvanizado:
- Se prolonga la vida útil de los paneles.
- Se evitan reparaciones costosas.
- Se asegura la integridad estructural en entornos agresivos, como zonas costeras o industriales.
Aplicaciones prácticas en proyectos
- Naves industriales → Exigen herrajes galvanizados para soportar la exposición a la humedad y a productos químicos.
- Construcciones agrícolas → Protección frente al contacto con fertilizantes, agua y agentes corrosivos.
- Edificación residencial → Mayor garantía de seguridad y durabilidad en fachadas y paneles de cerramiento.